5 consejos para cambiar al modo de lavado lento

¡Convertirse en padre también significa descubrir la capacidad de nuestros pequeños bebés para ensuciarse muy rápidamente! Descubrimiento de purés y otras compotas, capas que se desbordan, pequeños regurgitaciones,... creo que lo entendemos ;)

Pero entonces, ¿cómo combinar un cesto de ropa sucia que no se desborde y hábitos de consumo lentos?

Aquí tienes 5 consejos para iniciar el consumo en modo lavado lento.

1/ Lavar a baja temperatura

Atrás quedaron los días en que teníamos que lavar toda nuestra ropa a 60 °C o más. Hoy en día, ya no necesitamos hervir nuestros textiles para obtener resultados. Lavar a 30° es más que suficiente para la mayoría de nuestra colada diaria.

Tu ropa estará así conservada, eso sí, imponerles tales ciclos de lavado puede alterar su calidad. Tu bolsillo también te lo agradecerá, temperaturas más bajas = ¡menos consumo de energía!

2/ Evita la secadora

Imagino que esto no siempre es posible, sobre todo si vives en un piso muy pequeño, pero la idea es hacerlo lo mejor posible y no sistematizar su uso. El secador, idealmente, no es sistemático. Gasta energía imposible, extrae agua muy contaminada y puede alterar la calidad de tu colada. ¿Y qué mejor que un poco de aire fresco para secar la ropa? El olor solo será mejor.

En invierno se suele decir que la humedad que aporta la ropa a secar es muy buena para llenar el aire seco de la calefacción y prevenir los resfriados estacionales.

3/ Elige los productos adecuados

¡Hoy en día, las marcas compiten con consejos para ofrecerle olores y rendimientos increíbles! ¡Abre tu máquina y estarás en medio de un campo de algodón! ¡Hmmm increíble! De verdad, ¿quién conoce el olor del algodón? Se rumorea que no huele mucho. ¡Gracias mercadotecnia!

¡Especialmente porque algunos de los productos utilizados son particularmente químicos y no son realmente recomendables para nuestra piel, y mucho menos para su bebé!

En verdad, no faltan soluciones naturales y económicas:

¡Tú eliges lo que prefieres!

4/ No lavar a máquina sistemáticamente

¿Una pequeña mancha y tu prenda está condenada al cesto de la ropa? Pero en la vida real, ¿esta mancha no podría desaparecer con un poco de agua y jabón? Recomendamos especialmente los que tienen hiel de buey que hacen milagros en manchas supuestamente difíciles, este es muy bueno si necesitas una referencia.

5/ Optimiza el uso de tu lavadora

Un básico que es bueno recordar de vez en cuando: use su máquina fuera de las horas pico. Cada vez más máquinas tienen opciones de activación programables. ¿Por qué no planificarlas durante tus ausencias para que no te moleste el ruido, por ejemplo?

También evite hacer funcionar su máquina por unas pocas prendas. Cargue su máquina lo mejor que pueda y la tarea debería ser menos frecuente cada semana.

Estos simples mantras son gestos que pueden parecerte triviales pero que poco a poco van a aliviar tu presupuesto eléctrico y tu huella ecológica.


Obviamente, la idea no es hacerte sentir culpable, sino brindarte consejos simples que te facilitarán la vida como padres que tienen tanta prisa y están preocupados por una forma de vida más orientada a la protección del medio ambiente.